lunes, 1 de agosto de 2016

31 DE JULIO

31 DE JULIO

Buenas noches Madrid!!
Hoy ha sido una noche especial, todos los jovenes de todas partes del mundo "durmiendo" en un mismo lugar. Empezabamos el día con una misa a las 10, pero como bien ha dicho Miguel,  "Bienaventurados los misericordiosos porque ellos te despertarán a las 6... (para misa de 10)",; asi que a las 6 se oían las primeras canciones de un concierto mañanero. 

Llevabamos tres dias intentando ver al Papa en su llegada, pero no lo hemos conseguido hasta hoy, ya se puede decir que HEMOS VISTO AL PAPA. 

La misa ha sido bastante intensa, el campo de la misericordia se ha podido parecer al desierto, un calor tremendo, beber agua y echarnosla por encima era importantisimo. Y aqui llegaba la separacion de agua, con gas para mojarnos y sin gas (las botellas sagradas) para beber. Que hariamos sin agua normal!!
Pero a pesar del calor y lo cansados que estuvieramos tocaba seguir la misa de envío 

Llegaba el momento esperado: saber el lugar de la próxima JMJ, y las palabras del Papa han sido, " la próxima Jornada Mundial de la Juventud en 2019 será en... Panamá" Nuestros amigos del Salvador llorando de alegría ya que deseaban con ansia que fuera allí. Se han puesto a pensar cosas para hacer y con el corazón abierto han dicho nosotros en El Salvador ponemos casas.


Al finalizar tocaba vuelta a Bochnia, y para eso nos faltaba andar los km correpondientes y coger el tren hasta allí.
Nos dispusimos a andar y por el camino cayó  el diluvio universal. Hicimos una parada para andar y viendo diferentes alternativas para llegar al tren, recurrimos a nuestro querido conductor Abelardo, que hariamos sin él... Todo un lujo que nos viniera a buscar. Montarnos en el bus significa abandonar Polonia, para llegar a Turín. Hemos dejado Polonia con pena pero a la vez con mucha mucha alegría de todas las experiencias que hemos vivido, que han sido geniales y no las cambiariamos por nada. Hasta pronto y nos vemos en nada por Madrid.

Fdo:
María Sainz

¡Hoy hemos estado un poco más cerca del Papa! La JMJ ha concluido hoy oficialmente, y ha sido un día muy especial; pero a la vez, ha sido probablemente el día más duro de nuestra peregrinación.

Al sueño que venimos acumulando se ha añadido esta mañana el hecho de estar durmiendo junto a millones de jóvenes al aire libre...y que aquí en Polonia el sol ya ha salido a las 5 de la mañana. Además, muchos jóvenes han estado velando hasta el retorno del Papa al Campo de la Misericordia (la explanada en la que ha tenido lugar este encuentro). Algunos de nosotros descubrimos anoche una improvisada capilla de adoración montada en una tienda del ejército polaco, que se ha mantenido hasta las 6 de la mañana. Y a la vez, durante la noche entera: bailes, cantos y gritos , normalmente protagonizados por españoles.

Añadamos a la falta de sueño el calor exagerado que hemos sufrido, especialmente durante la misa. Las ambulancias no han parado de ir de un lado a otro para atender a tantas personas que han sufrido desmayos, golpes de calor, etc. Por si fuera poco, al terminar la celebración teníamos que volver andando -y cargando con nuestro equipaje- bastantes kilómetros para llegar hasta las ciudades cercanas. Pero, oh casualidad, una hora después nos ha caído un diluvio que ha obligado a sacar alguna sudadera. ¿Podíamos tener peor suerte? Sí: que en la comida volvieran a acecharnos las ensaladas...

Pero ¿por qué íbamos a quejarnos? No importa en absoluto. La fuerza recibida en el encuentro con el Papa Francisco supera todo esto. Poder escucharle hablar al mundo entero, y a la vez a nosotros en concreto ha sido algo maravilloso.

Ha sido poco después de las 9 cuando el Papa se ha acercado a la zona en la que estábamos, así que hemos corrido hasta las vallas para verle muy de cerca. Parece una tontería, pero aunque le hayamos visto pasar solo unos segundos ha supuesto una emoción muy fuerte. La misma emoción que durante la misa que ha presidido. Da la casualidad de que el Evangelio de hoy nos hablaba de Zaqueo buscando ansioso una oportunidad para poder ver a Jesús entre la multitud. Algo parecido nos sucede con el Papa. Escucharle en vivo es ya un privilegio; pero siempre se mantienen las ganas de verle una y otra vez.

Pero por otro lado, el Papa Francisco venía con la intención clara: que fuera a Dios a quien viéramos. Nos ha hablado de todo lo que nos impide encontrarnos de veras con Él: nuestras debilidades, nuestra vergüenza, nuestro temor al ridículo o a la opinión general, nuestra desconfianza hacia nosotros mismos. No ha dejado de incidir en la idea de que el estar apesadumbrado es un obstáculo en la fe, y que Dios confía en nosotros más que nosotros mismos. Como san Juan Pablo II, ha invitado a la juventud que busca un vida libre, valiente y auténtica a no tener miedo a abrirle las puertas a Cristo ("Señor del riesgo", le llamó anoche). Si en Río de Janeiro, hace tres años, invitó a la juventud a "salir a fuera" de las diócesis o a "hacer lío",  en esta JMJ nos ha pedido salir  fuera de nuestra comodidad y de nuestra impotencia, "hacer lío" con decisiones arriesgadas pero que garanticen una vida que merezca la pena ser vivida.
Ahora mismo estamos emprendiendo el viaje de vuelta. Parece mentira que ya se haya terminado el encuentro tan esperado con el Papa. Sin embargo, algo tan fugaz en el fondo esconde algo muy profundo que hemos de desentrañar con el tiempo. El propio Papa nos ha indicado que es ahora cuando la JMJ cobra sentido, al volver a casa, a la vivencia cotidiana, a los estudios y trabajo; porque es todo esto lo que Cristo quiere hacer suyo. Nada de lo nuestro le es ajeno. Quisiéramos atrapar cada instante de esta Jornada para que no se nos escapara, pero es mejor dejar que fluya por su propio impulso. Gracias al Papa Francisco  por cuanto ha sembrado en nosotros.

Fdo:
Juan R

"Es más fácil construir puentes que muros" afirmó el papa en la homilía de la misa de envío hace unas horas. Ahora vamos ya de camino a Turin en el autobús  y recordando todo el viaje me he dado cuenta de cuanta razón hay en esta frase (obviamente no desde un punto de vista arquitectónico). Desde el primer momento en Madrid cuando nos montamos en el autobús  empezamos a cantar, tocar la guitarra etc. Pero lo curioso fue que no éramos solo los del Cebu, si no también todos los otros compañeros con los que compartiríamos esta experiencia. Por primera vez no éramos los locos que no hacían mas que cantar cuando había un momento de silencio!  Todos nos pusimos a compartir los cantorales y a hablar como si nos conociéramos de toda la vida. Y si, es verdad que en ocasiones parece mas sencillo aislarse y no relacionarse pero a largo plazo son los demás los que te van moldeando como persona. Estoy segura que este viaje habría sido muy diferente si hubiéramos decidido que cada uno iba con los que conociera de antes. Quien iba a pensar q madrileños, portugueses, salvadoreños, mejicanos y venezolanos íbamos a llevarnos tan bien. 
Ahora que la JMJ esta llegando a su fin me llevo mucho mas de lo que pensé que aprendería en un principio. He conocido más a Dios no solo gracias a mi tiempo de reflexión personal y silencio, si no a través de toda la gente maravillosa que hemos ido conociendo. Por eso es más fácil construir puentes que muros, porque nadie puede vivir en completa soledad sin sentir tristeza y mucho menos en una experiencia como esta. Y nadie puede disfrutar de algo como la JMJ si no tiene a alguien con quien compartirlo.

Fdo:
Paloma



2 comentarios:

  1. Juntos en Comunidad. Para mi es la respuesta. Mucha oración, no dejar pasar el tiempo para dar respuesta á lo que tres dentro y trabajar en Comunidad. Gracias y besos. Disfrutad lo que os queda que es mucho!!!!!! Confiad en el y árrodillaros a sus pies. Bsss

    ResponderEliminar
  2. Todo un final intensísimo por lo que se desprende de las entradas. Nos dais mucha (sana) envidia de lo que habéis vivido pero lo hemos disfrutado con vuestros comentarios. Os esperamos a la vuelta para que nos contéis más cosas.
    Ana Blasco

    ResponderEliminar