domingo, 31 de julio de 2016

30 DE JULIO - VIGILIA

30 DE JULIO 

¡Hola! Escribe Ignacio desde el Campus Misericordiae, la gran explanada donde acabamos de reunirnos los millones de peregrinos para tener una masiva vigilia de oración con el Papa Francisco.

Más de uno nos habrá acompañado desde casa con la TV o habrá visto el vídeo en Internet. Me imagino que las imágenes se parecerían mucho a lo que hemos visto nosotros en las pantallas gigantes: espectaculares tomas de helicóptero con peregrinos hasta donde alcanza la vista, mares de caras surgiendo de la oscuridad teñidas de naranja por la luz de las velas...

Eso era también lo que me había imaginado yo antes de empezar el viaje. Y quiero contaros que lo que yo he vivido aquí no se ha parecido a esa imagen. Para nada. Ha sido algo muy distinto... y mucho más valioso.

Perdonadme si me salgo por una pequeña tangente, pero hay algo que quiero contaros que ha estado en mi mente durante toda esta JMJ y que me ayudará a describir mi experiencia esta noche.

Poco antes de salir, yo comentaba el concepto de la Jornada Mundial de la Juventud con alguien muy inteligente. Esta persona tenía una crítica muy digna de tener en cuenta:

Su argumento era que la fe es algo muy personal, una relación íntima entre el individuo y Dios. Y que las concentraciones de multitudes, con discursos, cantos, luces y vítores, provocan sentimientos de exaltación muy fuertes, pero superficiales y pasajeros. Un efecto muy parecido al de los mítines de los partidos políticos para reafirmar la convicción de sus militantes. Y un creyente de verdad no debería dejarse confundir por esto.

Esto ha resultado ser verdad tan sólo a medias.

Veréis, la vigilia en el Campus Misericordiae habría sido un fracaso como mitín. A mí me costaría ser convencido de que ahora mismo soy parte de un gran ejército. Por el bien de la organización, todos los peregrinos tienen asignados un área del campo en el que debemos montar campamento. Estas zonas son relativamente pequeñas, y las instalaciones y la geografía hacen imposible ver más allá de la zona en la que se esté. Más aún, una vez asentados, es difícil ver más allá de unos metros de distancia. Solo existes tú, tu grupo y los pocos otros que tengáis alrededor, peregrinos como tú que han hecho el viaje y han tendido su esterilla al lado de la tuya.

Ésa, y no otra, es mi experiencia de la JMJ: no una gran masa en la que marchar, sino una gran variedad de encuentros y de individuos con los que conectar.

¿Debemos hacinarnos en un pequeño vagón de tren? Pues la persona contra la que nos estamos apretando se apunta a una partida de algún juego de móvil. ¿Intentamos encontrar el camino por las calles de Cracovia? A nuestro lado va un grupo francés que nos mira con cara de estar tan perdidos como nosotros. ¿El autobús en el que vamos va a estar parado una hora por una carretera cortada? El grupo de seminaristas que viaja con nosotros nos habla del lugar de donde viene y de su vida allí. Y todos, todos, nos arrastran o se dejan arrastrar a una canción o a veinte.

Esta vigilia ha sido el culmen de esta experiencia: por todas partes en derredor, debajo de la capa de velas levantadas que tan bien quedan en vídeo, lo que se ve es una persona descalza, rodeada de su desparramado saco de dormir y su maltratada y fiel mochila, reflejando con toda claridad en su rostro el efecto de las palabras del Papa.

Los días de la JMJ nos ofrecen una oportunidad única en la vida: cualquier persona que te encuentres por la calle está aquí por el mismo motivo que tú. Está experimentando las mismas dificultades técnicas que tú. Ha venido siguiendo a la misma Persona que tú.

Cualquier día, en cualquier ciudad, cualquier viandante va derecho del punto A al punto B en sus asuntos. Y gracias a Dios por ello, por la individualidad y la vida privada de cada uno. Pero, durante una semana, en Cracovia, tenemos la oportunidad de reunirnos, reconocernos y acompañarnos unos a otros en nuestro viaje hacia Cristo. Y no para sentirnos numerosos ni fuertes, sino para descubrir una pequeña y maravillosa parte de la interioridad de otro hermano. Y para recordar que un viaje semejante, de una forma u otra, está teniendo lugar en las vidas de seis mil millones de personas más en este planeta.

Y si reconocerse a uno mismo en el prójimo no es la base del Reino en la Tierra, entonces que baje Dios, se suba a un altavoz, comente lo mucho que le recueda este ambiente al monte Tabor, y lo vea.

Fdo:
Ignacio

Qué intenso el día de hoy!!! Primero la despedida de la familia... todo un drama; he prometido volver, así que ya tengo que empezar a ahorrar... Lo que dije de la primera familia de acogida se repite con la segunda: hospitalidad y generosidad sin límites. En ésta las chicas que estábamos  acogidas (Paloma, Esme, Miriam y yo) nos hemos reído a más no poder, no entendían ni jota de inglés... y milagros... los justos: de español, nasti de plasti, así que el lenguaje universal de signos fue nuestra solución junto con el traductor de Google del cual no te puedes fiar lo más mínimo. Convencida estoy de que el que lo creó no sabía mucho polaco, porque daba igual en qué idioma lo escribieras, las incongruencias eran tremendas!!
Cargar autobues y a la estación. Alberto contará el acto maravilloso de misericordia que los dos hemos vivido allí. Os dejo con la intriga...😉

... Y comenzó nuestra peregrinación hacia el Campo de la Misericordia donde los vecinos del camino nos han sacado agua, tomates, mangueras y duchas para que no nos deshidratáramos ya que ha hecho muchísimo calor. Misericordia o educación??? Creo que lo primero. Segundo acto de misericordia del día.

Y el plato fuerte del día: La Vigilia del Papa con los jóvenes. Dejaré los detalles para que los cuenten los chicos, yo sólo quiero transmitir lo que nos ha dicho: Los jóvenes no pueden ser jóvenes fácilmente manipulables y sin personalidad. Tienen que ser ellos mismos quienes forjen su futuro. "Compraos unas zapatillas de deporte y poneos a trabajar". Ese es su mandato y nos hemos comprometido (mayores y jóvenes) a cumplirlo. Así que manos a la obra!

Voy a hacer una confesión en "voz alta": llevaba mucho tiempo sin sentir en una adoración lo que hoy he sentido. Momento íntimo e intenso. Maravilloso.... y luego mis "niños".... eso lo siento, pero me lo quedo para mí.

Dobranoc. Buenas noches

Fdo:
Carol

Hoy Dios me ha hablado. En un momento de silencio de 2 millones de personas me puse a rezar a Dios, y sin pensarlo le hablaba como si estuviera encima de este enorme campo, en el enorme cielo que nos cubre. Pero ahí no lograba encontrarle. Me acordé entonces de lo que dijo una vez Laura: "yo me imagino a Dios y el cielo como todo lo bueno que nos rodea". Le busqué como una presencia que se movía entre esas 2 millones de personas, que empapaba el ambiente, pero ahí tampoco le encontré. 
Finalmente lo encontré. No estaba entre la gente, sino en cada una de las 2 millones de personas. No como un conjunto, sino personalmente en cada una, con sus rasgos personales. Sentí una gran pena, porque estos 2 millones de personas podrían cambiar el mundo si el espíritu de hoy lo mantuvieran al volver a sus casas, pero probablemente se desvanezca en ellos como seguramente se desvanezca en mí. 
En mí. Esa era la pieza que me faltaba. Dios también estaba en mí, y me habló tan pronto le descubrí:
"¿Ves a toda esta gente? Yo estoy en cada uno de ellos, y en cada uno de los que no están aquí. No te pido que vayas a Siria a detener las guerras. Te pido que ayudes a las personas a descubrir mi presencia en ellos, cada uno con sus particularidades. Eso es lo que realmente cambiará el mundo."
"Señor, eso haré. Pero no sé si llegaré a la cantidad de gente que sería buena para marcar la diferencia."
"Bueno, para eso tienes justo detrás de ti a tus amigos. Si yo me rodeé de 12 discípulos, ¿cómo te voy a dejar solo en esta tarea?"
Y entonces por primera vez en la vigilia mis ojos se pararon en la cruz del altar. Era sencilla, como yo, pero tuvo una gran carga encima, mucho mayor de la que me ha pedido Dios. 
Y dije sí. 
Te pido a ti que lees esto que escuches su voz. También a ti te pide esto, aunque no hayas podido asistir a la JMJ. Nos lo pide a todos. Por favor, que no se cumpla mi predicción y caiga en saco roto. Podemos cambiar el mundo.

Fdo:
Javier

3 comentarios:

  1. Termina la JMJ 2016... pero ahora con más fuerza, continua nuestro peregrinaje en la vida siguiendo a Cristo!! Gracias a todos por vuestros comentarios y fotos, habéis conseguido que viviéramos desde lejos una experiencia inolvidable!! Gracias a Luis, Carolina y Juan Carlos por vuestra labor como responsables del grupo de jóvenes peregrinos. Gracias a la Parroquia del Sto, Niño de Cebú, con el Padre Manolo y Fray Eduardo, como representantes, por haber animado a los jóvenes a participar en esta aventura y organizarla tan bien. Un abrazo para todos. Elena Vega
    Buen viaje de vuelta!! Tenemos muchas ganas de veros!!

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  2. Termina la JMJ 2016... pero ahora con más fuerza, continua nuestro peregrinaje en la vida siguiendo a Cristo!! Gracias a todos por vuestros comentarios y fotos, habéis conseguido que viviéramos desde lejos una experiencia inolvidable!! Gracias a Luis, Carolina y Juan Carlos por vuestra labor como responsables del grupo de jóvenes peregrinos. Gracias a la Parroquia del Sto, Niño de Cebú, con el Padre Manolo y Fray Eduardo, como representantes, por haber animado a los jóvenes a participar en esta aventura y organizarla tan bien. Un abrazo para todos. Elena Vega
    Buen viaje de vuelta!! Tenemos muchas ganas de veros!!

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  3. Gracias por todas vuestras confesiones desde lo más profundo del corazón. Normalmente estoy ál otro lado de la barrera pero tengo que aprender á llenar mi corazón con las experiencias de otros, dichoso el que crea en El sin haber visto. Gracias Carol, gracias Javi, y gracias à cada uno de los que habéis rezado por nosotros y habéis sentido y creido para traernos al Jesús que habéis compartido en Cracovia. Os esperamos con ansia para alimentar nuestros corazones de vuestra fuerza y sembrar la paz de Jesús tan necesaria para esta Tierra.Besos, Paz y Bien

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